martes, 15 de enero de 2008

Todo

Hace dos meses que no escribo, y por alguna extraña razón la entereza de mis palabras se me había esfumado, de solo intentar encontrar las palabras precisas para todo lo que pasa por mi vida. Hoy en un intento quizá desesperado por agarrar las palabras nuevamente, me di una pequeña caminata, quería fumarme ese cigarro que a escondidas de mi madre, con 22 años, me sorprende con mi yo interno que solo me entrega ecos solemnes de los que mi voz no es capaz de expresar.
Creanme que no me fue bien, no fué si no cuando llegué a la casa, prendí el computador y abrí mi msn que encontré las palabras para escribir... les cuento.
Hace un tiempo atrás yo me encontraba intentando rehacer mi vida en un plan sentimental, con un tipo que conocí por Internet, pero las circunstancias me jugaron más chueco que nunca, solo para mostrarme lo que de verdad me sucedía, yo no lo quería y de hecho aún estoy pegada con ese hombre de cuerpo firme y de rasgos marcados, que un día de marzo con una mirada infame me enamoró. No había sido capaz durante todo ese tiempo de afrontar la dura realidad y cedí, por vez primera a mis sentimientos tergiversados por la posivilidad de que aquél que ya no me mira por su ventana, podría seguir amandome como un día, hace mucho tiempo atrás me amó. Quería ver que pasaba si intentaba hablarle otra vez, asi que a modo muy juvenil volvi a agregar su msn a mi lista de contactos con la sola intención de volver a decirle quizá, te quiero. Las cosas como era de esperarse, no resultaron así, poco tendré que decir, duró nuestra charla, poco, porque en poco tiempo me di cuenta de que no tenía mucho tema que hablar con él y que en fin, alguna otra ya había llegado antes. Me dió miedo, las cosquillas en el estomago no pararon hasta que por fin lo borre de la lista de contactos.
Días después en el fotolog, una firma desde el suyo con un comentario "me agregas y luego me eliminas, no entiendo nada" y nuevamente caí, le escribí el mail más corto que he escrito en mi vida (y como se pueden fijar, no soy de escribir sintetizado) y en pocas y tajantes palabras me declaré con todo lo que le quería decir: "Lo que pasa es que aún te amo, y no sé olvidar como tu lo hiciste... lo único que sé es que un clavo, no saca a otro clavo".
No fue si no ´hasta hoy, dos días después de mi mail que me llego una respuesta... sin duda alguna, el mail más triste y cargado de ese sentimiento que trato de alejar de mi todo el tiempo: Odio.
La verdad es que solo sería esto, con sus insultos y palabras fuertes lo que me provoco escribir nuevamente, solo para quizá ponerme a mi misma en tela de juicio, porque no soy perfecta y eso si que lo sé, estoy tapada de errores que solo me duelen y hacen daño a los que tengo a mi alrededor. Creí conocerme lo suficiente como para alejarme de mi misma y repararme internamente y mejorar aquellas facetas de mi que tengo defectuosas, se que quizá gran parte de las cosas que dijo, no fueron así y que su corazón lleno de ese rencor hablo por si mismo, en su determinado momento valoré su sinceridad aunque apesar de todo, lo que me escribió sin duda alguna es uno de los mails más terrible que me ha tocado leer.

Lo positivo de todo esto fue escuchar la voz dulce de alguien, diciendome: no me dejes, vamos que se puede y ante mi pregunta de que si me quería me dijo sin titubear: Te quiero demasiado. Esa respuesta tan firme y concreta le agrego la ultima parte que me faltaba para romper en lágrimas y llorar, llorar por todo, por los dos, por el hombre de rasgos marcados y cuerpo firme y por él que me quiere sin dudar ni un solo minuto y porque no le doy nº solo porque no tiene la misma inclinación política y porque para mi siempre necesité tener un hombre con seguridad monetaria.
Quisiera que fuera mentira, todo esto que hoy les escribí y solo quedarme con él, el que me quiere demasiado.

Yo también te quiero Carlos, yo también te quiero, anda enséñame tú a quererte, a quererte con amor.
Quieres?

Pau!