miércoles, 24 de octubre de 2007

Aún es bella (Cuento)

Aun es Bella
Envejeció mucho antes de lo que ella se lo esperaba, y creo que yo también soy culpable de eso al pensar que no pasaría nunca. Ella es demasiado bella para ser así, para que su cabello se volviera nieves y sus chispeantes ojos se convirtieran en solo cristales, que sin duda son ventanas de su alma enamorada del pasado.
Cuando desperté ese día la vi dormir a mi lado como aquellos primeros días cuando estábamos casados. Con los ojos muy apretados, esperando un beso, pero no es el beso mío, es el beso de él, el que vivió en mi algunos años atrás y que la misma nieve que cubrió su cabeza se llevó de mí a ese joven. Ella en su mundo lo espera, a ese joven del cual se enamoró, no a éste que es viejo y que no tiene ningún parecido a lo que es ahora.
En el reflejo aún puedo ver nuestros recuerdos más profundos, como los años han pasado por los dos, ¿pero qué fue lo que pasó con ella?, ¿Por qué si es tan bella?, Porque se volvió flor del pasado, en torno a lo que antes era, ella sólo recuerda lo que fue de ella y no lo que fue nuestro, ella piensa que me trata de conquistar, que no estamos juntos, que yo no la amo... En fin, todo eso es algo del pasado y ella vive en él, ¿cómo puede?. Extraño esos tiempos donde éramos uno, uno solo, pues ahora ella está buscándome y no me encuentra, es triste saber que no me tiene ahí, que tiene el pasado como su presente.
Su mundo nuevo, para mí, se ha vuelto una batalla diaria, pero ella es bella y como no la voy amar. Si aún como una abuelita que no recuerda nada, ella es bella.
Quisiera fuera feliz, quiero que viva en ese mundo donde todo lo que piensa es verdad, quiero que sea feliz. Antes pensaba vivir mi vejez sentado en una silla mirando el paisaje de nuestra casa tomando su mano y acariciándola suavemente, entregándole todo lo que siempre quiso. Pero aún no sé como, quiero ayudarla, y creyendo que podía, recurrí con un médico, quien me dijo que su cabeza no sanaría, me dijo que tenías “demencia Senil”.
Demencia, demencia, ¡como vas a estar demente amor!. Era la primera vez en mi vida que escuchaba eso, no comprendía lo que era, pero de todas maneras, intente aprender, supe que ella siendo así de bella jamás se recuperaría, que su vida iba a ser así para siempre y que no importaba nada porque a su edad iba ser mucho más fácil olvidar.
¡OH, mi amor querido!, como sufro entorno a esto, eres tan bella, pero lo has olvidado todo, no importa cómo, ya lo olvidaste, y ahora quiero tratar de conquistarte, pero el doctor ya me ha dicho que no sirve de nada, que pronto lo olvidarás, que para mí sólo serán segundos y que pronto me odiarás porque ya no me reconoces.
Mi dulce niña, como quisiera decirte que ya tienes 85 años, que ya te casaste conmigo, que tuvimos, como tú quisiste, cuatro maravillosos hijos y que cada uno de ellos se han convertido en personas completas y con vidas propias. Que te convertiste en profesora mucho antes de lo que yo fui ingeniero, y que por último, cumpliste con tu parte del trato, me amas en el presente y me amas en el futuro, no como el hombre que soy sino más bien, como el hombre que conociste encapsulado en el tiempo por ti, sólo por ti...
Ya han pasado cinco años desde que vives en el pasado con el cuerpo de anciana con un marido a la distancia que ya ni reconoces, tus palabras se limitaron solo a las que tu inventas al ponerte nerviosa, y que en tu demencia, lo único que dice el doctor, es que ya ahora ni siquiera sabes quien eres, que vives en un mundo paralelo donde la vida es del color que tu la pintas. Y que yo tomé una decisión, si tu pintarás tu vida de esos colores que solo tú conoces, entonces yo sostendré el bote de pintura, y si las palabras que dices y nadie más las conoce, entonces yo aprenderé tu nuevo lenguaje, sólo para estar a tu lado porque aún eres bella.
Ahora bien mi amada, mi linda amada, ¿me puedo sentar a tu lado, para ver como pasa la vida con 15 años?

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