jueves, 18 de octubre de 2007

Nada aún

Caminó pacifico hasta la entrada de la casa, no tenía pensado que diría y más bien no quería pensarlo. Durante unos minutos se sintió tonto, por el solo hecho de estar ahí, pero ahí estaba.
Una muchacha con su rostro pálido le abrió la puerta.
-¡Papito!.- Exclamó arrojándose a sus brazos. El hombre la separo unos instantes para mirarla pero solo la volvió a abrazar. -¿Nada aún?- Agregó sintiendo como los brazos de su padre se debilitaban cada vez más.
Finalmente el hombre rompió en llanto, amargamente y entre sollozos decía; "Lo siento mija'"
La muchacha lo siguió abrazando con la misma fuerza y solo volvió la vista a mirar la mesa, donde habían dos niños más, igual de hambrientos.

espero sus comentarios!!

Besitos

Pau!

No hay comentarios: