martes, 10 de julio de 2007

Lo poco que me conoces mamá

Cuando anoche llegó mi mamá a la casa, algo cansada de todo su ajetreo normal, pensé que sería lindo leerle mi reflexión de la fe y las casas. Buena onda le dije; ¿Mamá te leo algo? y ella me respondió ¿No es muy largo? yo le dije; No dale escucha.
Al terminar mi lectura había omitido siertas cosas que pudieran dejar en claro que había sido yo la escritora de aquella reflexión, que sin duda me llenó de orgullo el leerla. Le pregunté si le había gustado y ella respondió caminando de un lado a otro buscando quizá que cosa; si, está bonito. Ante esta respuesta no me dejé mucho esperar y le dije: Lo escribí yo. La cara que puso fue como de perplejidad confundida. No me quiso creer y tube que llamarla para que mirase la pagina y dijera; naaa no te creo.
Me dio un poco de pena el saber que la Doña Yolanda aún no se pegue esos alcachofasos que le indican que su hija hace cosas muy entregadas por sus creencias.
¿Hasta donde llegará eso?

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